¿Qué es un hosting? Imprimir

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Crear un sitio web en nuestro ordenador nos sirve de poco si después no tenemos ninguna forma de publicarlo en Internet para que otros lo vean. Esa es exactamente la función de un hosting o hosting.

Un hosting consiste en un servicio que nos permite contratar espacio dentro de un ordenador diseñado específicamente para distribuir información a través de Internet. Este tipo de ordenadores se conocen como servidores. Cada vez que alguien accede a nuestro sitio web, simplemente está pidiendo al servidor donde hemos contratado nuestro hosting que transfiera los ficheros necesarios para mostrarla. De la misma manera, los servidores también gestionan el envío y la recepción de otros tipos de información como por ejemplo, correos electrónicos y todo tipo de archivos.

¿Qué tipos de hosting existen?

No todos los planes de hosting ofrecen las mismas capacidades y no es lo mismo tener una pequeña web que recibe algunas visitas al mes que un blog o una tienda online con miles o millones de visitantes simultáneos.

Los tipos de hosting se diferencian principalmente por el tipo de tecnología utilizada y también por el tamaño, la potencia de los recursos y el nivel de asistencia que obtenemos en cada uno de ellos. Según estos criterios, los hostings se suelen dividir en cuatro categorías: hosting compartido, VPS (servidor virtual privado), servidor dedicado y hosting en la nube o cloud hosting.

  • Hosting compartido: El hosting compartido es habitualmente el primer tipo de hosting que solemos contratar y es ideal para poner en marcha un proyecto web. Este tipo de hosting ofrece, como su nombre indica, espacio en un servidor que se comparte con otros usuarios. El hosting compartido constituye la opción más económica pero también la menos potente, ya que tanto la capacidad de procesamiento (que determina, por ejemplo, la velocidad con la que se muestra una web) como otros recursos como el espacio o el ancho de banda se distribuyen entre todos los usuarios que utilizan el mismo servidor. Haciendo una analogía con el mundo real, un hosting compartido sería similar a contratar espacio dentro de una oficina compartida.

  • Servidor Virtual Privado (VPS): Un servidor virtual privado es una buena opción intermedia entre un hosting compartido y un servidor dedicado. Este tipo de hosting consiste en la creación de un espacio dentro de un servidor con características similares a las de un servidor físico, de ahí el nombre de “virtual” para distinguirlo de un servidor real.

    Cuando contratamos un VPS, también compartimos un servidor físico con otros usuarios. Sin embargo, a diferencia del hosting compartido donde todos los usuarios utilizan los mismos recursos, en el VPS cada usuario tiene asignados recursos propios. Los servidores virtuales ofrecen una mayor potencia de procesamiento y mayor flexibilidad para adaptarlos a nuestras necesidades, ya que funcionan de forma similar a los servidores dedicados.

    Si un hosting compartido sería algo así como una oficina compartida, un servidor virtual privado sería una oficina independiente dentro de un edificio de negocios. Si bien seguimos compartiendo recursos con otras empresas, somos mucho más independientes de nuestros vecinos y tenemos mayor capacidad para decidir como organizar nuestro espacio de trabajo.

  • Servidor dedicado: al comprar un servidor dedicado estamos adquiriendo un servidor físico, es decir, una máquina que usaremos en exclusiva. Esta es una de las opciones más potentes y la que ofrece una mayor flexibilidad, ya que nos permite configurar el servidor completamente de acuerdo a nuestras necesidades. Por otra parte, esta opción conlleva también mayores costes y es considerablemente más difícil de administrar que las anteriores. Por lo tanto, suele ser una opción solo para empresas u organizaciones que requieren muchos recursos y disponen de personal especializado para gestionar el servicio.

  • Cloud hosting (hosting en la nube): es la variante de hosting más moderna y flexible de todas. El cloud hosting consiste en una serie de servidores interconectados que alojan un número ilimitado de cuentas. La estructura del cloud hosting le proporciona una gran fiabilidad, ya que nuestra web pasa a estar disponible en varios puntos de la red. De esa forma, si uno de los servidores deja de funcionar, el tráfico se redirige a una instancia de nuestro hosting que sí esté respondiendo. Adicionalmente, el cloud hosting es la opción más escalable de todas. Al carecer de limitaciones físicas es posible en cualquier momento asignar más espacio o recursos de procesamiento a una cuenta. Por ese motivo, esta es la solución preferida por grandes empresas o aplicaciones web que requieren una gran capacidad de procesamiento de datos.

Cómo elegir un hosting

Si es la primera vez que vamos a contratar un hosting, nuestra mejor opción será casi siempre empezar con un hosting compartido. Esta es siempre la opción más económica y fácil de gestionar. Posteriormente, a medida que nuestro proyecto vaya creciendo, también podremos mover nuestro proyecto a otros tipos de web hosting más avanzados.

En el mundo existen miles de proveedores de hosting y elegir el adecuado para nuestro proyecto nos evitará una cantidad considerable de dolores de cabeza en el futuro. Estos son algunos de los importantes a tener en cuenta:

Precio

El precio es importante. Existen servicios de web hosting gratuitos pero que tienen grandes limitaciones, como por ejemplo, la ausencia de un servicio de atención al cliente o la inclusión de publicidad en nuestro sitio web. Como ocurre con otros servicios de Internet, cuando no pagamos por un producto eso significa que nosotros somos el producto. En el caso de los web hostings habitualmente eso significa que nuestro sitio web se utiliza para generar dinero, habitualmente mediante publicidad.

Garantías de reembolso

Que un proveedor de hosting indique explícitamente un periodo de reembolso para su servicio suele ser una de las señales más fiables de que estamos ante una empresa de confianza. Todos los servidores de hosting que se esfuerzan en ofrecer un buen servicio, como es el caso de registros.com, saben que el porcentaje de reclamaciones es relativamente pequeño y, por eso, pueden ofrecer buenas garantías de devolución de dinero.

Espacio disponible

La mayoría de servicios de hosting ofrecen espacio más que suficiente para alojar una web estándar. Este tipo de webs, si está correctamente diseñada, rara vez supera uno o dos gigabytes de espacio. Sin embargo, el espacio puede ser importante si deseamos alojar archivos de gran tamaño tanto en nuestra web como en nuestro correo electrónico.

Ancho de banda o transferencia de datos

El ancho de banda, también conocido como “tráfico” o “transferencia de datos” es la cantidad de información que se transmite cada vez que alguien accede a un sitio web. Esta característica depende del tipo de archivos que contiene nuestra web. Para una web normal, formada principalmente por texto y algunas imágenes, 3 gigabytes de ancho de banda pueden resultar más que suficientes (casi todos los proveedores de hosting superan con creces esta cifra). Por otra parte, si deseamos alojar archivos de mayor tamaño, como vídeos o archivos de audio, lo más recomendable será contratar un hosting especializado en este tipo de formatos, ya que requieren unas características completamente diferentes.

Dominios y subdominios

Este apartado indica el número de nombres de dominio que puede alojar un hosting. Habitualmente, un hosting compartido básico permite alojar un único dominio principal o, lo que es lo mismo, un único sitio web. Además de un dominio principal la mayoría de planes de hosting suelen incluir la posibilidad de crear varios subdominios (p.ej. clientes.dominio.com) y de añadir dominios aparcados. Los dominios aparcados son dominios que simplemente redirigen al dominio principal sin que sea posible asignarles un sitio web o direcciones de correo propias.

Cuentas de correo y espacio asignado

Prácticamente todos los servicios de hosting ofrecen la posibilidad de crear y alojar cuentas de correo. Por eso, al contratar un hosting deberemos tener en cuenta si existen limitaciones en cuanto al número de cuentas de correo que podemos crear y también el espacio disponible para cada una de ellas.

Particularmente, el espacio disponible para las cuentas de correo es uno de los factores que más pueden encarecer un plan de hosting actualmente. La popularización de servicios como Gmail ha provocado que cada vez más usuarios deseen acceder a sus correos en todo momento. Sin embargo, el espacio de disco en un servidor es sensiblemente más caro que en una computadora convencional y por ese motivo, la opción más adecuada para la mayoría de los usuarios consiste en descargar la información que reciben en sus cuentas de correo en lugar de contratar espacio adicional en un servidor. Aun así, prácticamente todos los servicios de correo ofrecen espacio más que suficiente para almacenar correos de formato texto y solo suelen presentar limitaciones para almacenar mensajes con adjuntos de gran tamaño. Si en nuestro caso necesitamos almacenar este tipo de información en el servidor para tenerla diponible en todo momento, entonces lo más recomendable es contratar un servicio de Email Premium como Google WorkspaceOffice 365 o nuestro Email Profesional.

Servicio de atención al cliente

Este es uno de los apartados más fácil de olvidar y también uno de los más importantes. Los planes de hosting están pensados para resultar sencillos de manejar para cualquier usuario. Sin embargo, cuando hay dudas o nos encontramos con un problema, es esencial contar con la ayuda de un proveedor que responda rápidamente y, también, que se centre en ayudarnos a resolver un problema y no simplemente a responder nuestro mensaje.

Disponibilidad

Esta característica se refiere al porcentaje de tiempo que un servicio se encuentra activo. Es decir, cuando la garantía de disponibilidad del 99,9% (que suele ser el estandar de mercado) significa que, de promedio, nuestro servicio de hosting estará activo y accesible, como mínimo, 723 horas del total de 730 horas de un mes. Esas 7 horas de diferencia, sin embargo, no son más un margen de seguridad para el proveedor y la estabilidad de los servicios de hosting actuales es muy grande. Simplemente, nunca se sabe cuándo puede aparecer un contratiempo.

Backups incluidos

Siguiendo el punto anterior, nunca sabemos cuándo se puede producir un desastre. Por ese motivo, la redundancia es un concepto clave en el mundo del hosting. La mayoría de proveedores de hosting realizamos copias de seguridad de todos nuestros servidores para evitar perder los datos de nuestros clientes si ocurre algo inesperado. De la misma forma, en la industria del hosting empieza a ser una práctica extendida incluir un servicio de copia de seguridad en todos los servicios de hosting. De esa forma, si se produce un error, el cliente dispone de una forma sencilla de recuperar su información.

Otras características

Además de las que ya hemos comentados, algunos proveedores ofrecen limitaciones en otras características de los hostings como cuentas FTP, bases de datos etc. Esta práctica cada vez es menos común porque estas características tienen un impacto sobre el coste del producto, a diferencia de otros aspectos como el espacio asignado, el ancho de banda o la calidad del servicio ofrecido.

 


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